Las flores resultantes de un cultivo de Orange Bud 2.0 de Dutch Passion llegan a tener una calidad exagerada. La genética índica compacta aún más los cogollos, y la producción de tricomas y terpenos es palpable a simple vista.
Los terpenos que produce Orange Bud 2.0 son de digna intensidad de elogios. Rápidamente se destaca la acidez cítrica de la naranja, mucho más potente que su versión anterior. El efecto, intenso, es de carácter híbrido, con una subida eufórica en el inicio, acompañada de una relajación que se irá haciendo presente a medida que pasa el rato.